Mecánico revisando el motor de un coche clásico rojo, imagen para el artículo sobre dónde ver la potencia de mi coche.

Dónde ver la potencia de mi coche

Cuando alguien nos pregunta dónde aparecen “los caballos” de su coche, es decir, donde ver la potencia de mi coche, solemos empezar por una idea sencilla: la potencia oficial está en los documentos, no en anuncios ni foros. A partir de ahí, el trabajo es localizar el dato exacto, entender por qué suele mostrarse en kW y no en CV, y decidir qué hacer si no tienes los papeles a mano. 

Si además quieres conocer la potencia real que llega a las ruedas, conviene saber dónde y cómo medirla correctamente.

El dato oficial: dónde mirar sin perderse

En la documentación española y europea, la potencia está normalizada. En el permiso de circulación y en la tarjeta ITV verás el campo P.2, que corresponde a la potencia neta máxima (kW). Ese número es el válido a efectos administrativos y de homologación. No te extrañe que parezca menor que el de la ficha comercial: está en otra unidad.

La conversión es directa y transparente: kW × 1,3596 → CV. Por ejemplo, 110 kW ≈ 149,56 CV (≈150 CV). Conocer ambas cifras evita confusiones cuando compares pruebas, anuncios o versiones con potencias cercanas.

Un pequeño ritual que funciona: abre el permiso y localiza P.2, anota el valor en kW, convierte a CV y guarda las dos referencias. Tenerlas presentes facilita cualquier comparación posterior y te ahorra dudas; así partes de una base común y objetiva.

Si no tienes los papeles a mano

Hoy es fácil consultar la información sin rebuscar en cajones. Con la app miDGT puedes ver los datos de tus vehículos tras identificarte, incluida la potencia registrada. Si estás valorando una compra, solicita un informe de la DGT por matrícula, básico o detallado, y coteja el dato. Ten en cuenta que, tras reformas o transferencias, puede existir un pequeño desfase hasta que todo se actualiza.

Para importaciones o trámites técnicos específicos, el COC (Certificado de Conformidad) del fabricante es otra vía. Incluye la información de homologación europea, por lo que refleja la potencia tal como debe constar. Es útil cuando necesitas especificaciones oficiales exactas para administraciones, aseguradoras o procesos de matriculación. De nuevo, verás la potencia en kW como referencia principal.

“Mismo coche, mismas cifras: cambian los formatos (permiso, ITV, miDGT, COC), no los datos.”

Potencia homologada vs. potencia real

Conviene separar dos planos que a menudo se confunden.

  • La cifra de P.2 es la que homologa el vehículo y permanece estable, salvo reformas que cambien las especificaciones. 
  • En cambio, la potencia real que notas al volante depende de condiciones y estado: temperatura ambiente, combustible, mantenimiento y pérdidas en la transmisión.

Por eso, dos coches “iguales” pueden sentirse distintos.

Si quieres saber cuántos caballos llegan a las ruedas, esa respuesta no está en el permiso ni en la ITV. Se obtiene midiendo en un banco de potencia, donde registramos par y rpm a lo largo de un barrido para trazar las curvas. Del informe obtendrás potencia a rueda y una estimación a motor corrigiendo pérdidas. 

Es normal que la potencia a rueda sea menor que la homologada. Entre medias hay fricciones, aceites, diferenciales y tolerancias que restan parte de la energía antes de llegar al asfalto. Por eso, cuando compares cifras, compáralas siempre en la misma base y con condiciones similares. 

Si te apetece una orientación rápida antes de ir al banco, usa la calculadora para una estimación del punto de partida. En un minuto tendrás una referencia razonable para decidir si te compensa medir. Desde ahí, nosotros te orientamos con números, no con impresiones.

Es la forma más limpia de evitar compras impulsivas o expectativas poco realistas.

Un apunte sobre unidades y otras “potencias”

Fijemos vocabulario para no mezclar conceptos. La potencia que nos interesa para hablar de prestaciones es la potencia mecánica (kW o CV). En paralelo existe la potencia fiscal (CVF), un valor administrativo que no describe rendimiento ni sirve para evaluar aceleraciones o recuperaciones.

Si en tus papeles aparece una cifra que no cuadra, revisa siempre la unidad y el código del campo. La referencia correcta para potencia neta máxima es P.2 en kW. En híbridos y eléctricos pueden figurar “potencia combinada”, “continua” o “pico”. Para comparar entre modelos, quédate con la potencia homologada en kW y recuerda que la entrega real depende de la gestión térmica y del estado de la batería.

Y si estás mirando un coche usado

La escena es frecuente: ves un anuncio con 150 CV y en el permiso aparecen 110 kW. Haz la conversión y verás que 110 × 1,3596 ≈ 149,6 CV. Es el mismo valor en otra unidad, sin misterio. Aun así, cuando hay dudas razonables (cambios de norma de emisiones o series diferentes), lo sensato es pedir un informe y verificar el P.2. Es un trámite sencillo para que uno se quede tranquilo.

Si sospechas que una unidad ha sido reprogramada, la documentación no cambiará: la potencia homologada seguirá siendo la misma. Para confirmar el “antes y después” solo sirve una medición en banco, con curvas repetibles y condiciones transparentes. Es la única forma de poner cifras a las sensaciones y valorar si la preparación está bien resuelta.

¿Quieres que nos ocupemos de la comprobación y salgas con un informe claro? Medimos par, potencia, temperatura de admisión y, si procede, presión de soplado, y te damos recomendaciones prácticas. Así sabrás qué rinde tu coche y qué merece la pena tocar. Reserva día y hora y nos encargamos del resto con un proceso sencillo.

Lo esencial, en una mirada

Si hoy quieres ver la potencia de tu coche, empieza por lo seguro: permiso de circulación y tarjeta ITV, campo P.2 en kW. Convierte a CV si te resulta más familiar y guarda ambas cifras como referencia estable. Si no tienes los papeles, recurre a la app miDGT o al informe de la DGT; para documentación técnica de origen, el COC (Certificado de Conformidad Europeo) te la proporcionará.

Y si lo que te interesa es la potencia real que el coche entrega ahora mismo, mide en banco de potencia y decide con datos. Con esa secuencia evitarás malentendidos y podrás comparar con criterio entre modelos, anuncios o unidades a la venta. El resto (mejoras, ajustes, reprogramaciones) siempre empieza por saber de dónde partimos y qué objetivo es razonable.